miércoles, 30 de julio de 2025

¿Y SI EL COMPORTAMIENTO DESAFIANTE… ES UNA FORMA DE PEDIR AYUDA?


Es común escuchar frases como: “Mi hijo es muy desafiante”. Se refieren a los niños y jóvenes entre 8 a 17 años, que levantan la voz, discuten con fuerza o se enojan con facilidad, especialmente con figuras de autoridad. Pero… ¿y si ese comportamiento que parece desafiante es en realidad una forma torpe de decir: “Estoy herido” o “necesito que me escuches”?

¿Qué hay detrás del comportamiento “difícil”?

Cambios importantes en la familia —como la separación de los padres, la ausencia de una figura paterna o experiencias de rechazo— pueden dejar marcas emocionales profundas en nuestros hijos. Mencionaremos dos aspectos a reflexionar sobre este tipo de comportamiento que afecta las relaciones familiares.

Descarga emocional: A veces, los niños y jóvenes no saben cómo expresar con palabras el dolor que sienten. Por eso, lo muestran a través de gritos, silencios, discusiones o actitudes de confrontación. Aunque estas conductas pueden causar problemas, para ellos son una manera de liberar parte del enojo o la tristeza que llevan dentro.

Falta de protección: Lo que los adultos interpretan como desafío, muchas veces es el modo doloroso e inadecuado con la que ellos gritan con su comportamiento: "¿Dónde estabas cuando más te necesitaba?". Se dice que las nuevas generaciones son más sensibles, y eso puede hacer que les sea más difícil decir con palabras lo que sienten en su corazón, especialmente cuando se sienten no cuidados, abandonados o rechazados dentro de la familia.

La próxima vez que un hijo muestre un comportamiento desafiante, recuerda:

ü  No es personal.

ü  No es sólo un mal comportamiento.

ü  Es un lenguaje, una forma de expresar algo que aún no sabe decir con palabras.

üEscuchar más allá de la conducta desafiante puede convertirse en un acto profundo de amor, perdón, entendiendo su situación.

Roles dentro de la familia y su impacto en estas actitudes

En toda familia, los roles que cada miembro adopta influyen en cómo se recibe este comportamiento desafiante y en cómo se responde a él.

 El cuidador principal (madre, padre o tutor): Este rol suele sentirse responsable de “arreglar” la conducta y de que todo funcione. Por ello:

·        Puede reaccionar con autoritarismo (“¡Aquí se hace lo que yo digo!”) generando miedo o resistencia.

·        O con sobreprotección (“Pobrecito, no puede con esto”) evitando que el niño aprenda a manejar su emoción.

·        También puede experimentar culpa intensa, interpretando el comportamiento desafiante como un fracaso personal.

·        Si el cuidador logra un equilibrio entre firmeza y empatía, se convierte en un modelo de regulación emocional, ayudando al niño a aprender a gestionar lo que siente.

Hijos

Los hijos suelen adaptar su comportamiento para responder a la dinámica familiar, ya sea asumiendo responsabilidades que no les corresponden, reprimiendo sus emociones para no generar más conflicto, o imitando conductas desafiantes para obtener atención o reconocimiento, tales comportamientos son:

·    Tratar de calmar o disciplinar al hermano desafiante, generando resentimiento o rivalidad.

·        Puede desarrollar hiperresponsabilidad, sacrificando su propio bienestar emocional para sostener la armonía familiar.

·        O, por el contrario, si se siente desplazado por la atención que recibe el hermano desafiante, puede incrementar su propio comportamiento disruptivo para ser visto.

·        Imita el comportamiento desafiante como forma de buscar atención o de solidarizarse.

·        Si recibe la comparación constante (“Mira cómo se porta tu hermano”), puede desarrollar sentimientos de inferioridad o resentimiento.

Tips para acompañar a tu hijo en esta etapa

  • Persevera en el vínculo: sanar toma tiempo. Sé constante.
  • No lo tomes como un ataque personal: es un dolor que no sabe cómo salir.
  •  Acepta a tu hijo tal como es, sin compararlo con otros.
  • Recuérdale siempre: “Estoy aquí para ti”.
  • Evita etiquetar: Decir “eres un rebelde” o “siempre haces lo mismo” refuerza el rol de desafiante. Habla de la acción, no de su identidad.
  • Reconoce sus logros emocionales: Refuerza cada pequeño avance con frases como: “Hoy lograste calmarte más rápido.” “Te costó, pero al final pudiste decirme cómo te sentías.”
  • Pide apoyo si lo necesitas: No es un signo de debilidad buscar orientación profesional; es un acto de amor y responsabilidad para ti y tu familia.



lunes, 14 de julio de 2025

Cuando el hogar duele: sanando heridas emocionales en la familia.



Cuando el hogar duele: sanando heridas emocionales en la familia

Un emotivo video resalta el amor entre padre e hijo

En cada familia se escriben historias que dejan huellas. Algunas son memorias llenas de amor, cuidado y conexión. Otras, sin embargo, dejan marcas más silenciosas: heridas emocionales que a veces se notan en los cambios de comportamiento, en el distanciamiento afectivo o en el dolor no expresado de alguno de sus miembros. 

Como padres, a veces no sabemos cómo nombrar eso que ocurre al interior del hogar, pero sí notamos que algo no está bien. Lo importante es saber que esas heridas no son el final. Con humildad, conciencia y guía, es posible sanar, restaurar y fortalecer nuevamente los lazos familiares.


¿Qué son las heridas emocionales en la familia?

Las heridas emocionales son impactos afectivos causados por experiencias dolorosas dentro del entorno familiar. No siempre provienen de grandes eventos traumáticos. A veces son pequeños gestos, palabras o actitudes que, repetidas a lo largo del tiempo, afectan la manera en que un hijo, una hija, o incluso nosotros mismos, percibimos el amor, la seguridad o el valor personal dentro del hogar.

Estas heridas no siempre se ven, pero se sienten: en la baja autoestima de un niño, en el silencio de un adolescente, en la tensión constante entre los miembros de la familia. Como bien lo enseña la Biblia, “la lengua apacible es árbol de vida, pero la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu” (Proverbios 15:4). Nuestras palabras y acciones cotidianas tienen un gran impacto en la vida emocional de quienes amamos.



¿Qué puede generar heridas emocionales en casa?

No se trata de buscar culpables, sino de comprender las raíces. Algunas causas comunes incluyen:

1. Comunicación hiriente o distante:

Gritos, sarcasmos, palabras duras o, por el contrario, largos silencios y falta de escucha. Cuando no nos sentimos escuchados o comprendidos, el vínculo se resiente.

2. Expectativas poco realistas o comparaciones

Frases como “deberías ser como tu hermano” o “eso no es suficiente” pueden generar sentimientos de inutilidad o inseguridad.

3. Falta de presencia emocional

Estar físicamente presentes pero emocionalmente ausentes (por trabajo, estrés, tecnología) puede hacer que los hijos se sientan solos o sin guía.

4. Incoherencia entre lo que se dice y se hace

Los niños aprenden más del ejemplo que de las palabras. Si decimos que el respeto es importante pero gritamos o castigamos con ira, el mensaje se contradice.

5. No reconocer ni reparar los errores

Todos cometemos errores, pero cuando no se reconocen ni se pide perdón, se alimentan el resentimiento y la distancia emocional.



¿Qué podemos hacer como familia para sanar?

Sanar una herida requiere intencionalidad. No se trata de hacer todo perfecto, sino de caminar con consciencia y amor. 

Aquí algunas claves esenciales:

1. Reconocer lo que duele

Negar el problema solo lo profundiza. Hablar honestamente, desde el respeto, sobre lo que nos afecta, es el primer paso. La Biblia nos recuerda: “Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32).

Tarea:Tómate un momento en familia para identificar situaciones recientes que hayan generado malestar o incomodidad. Hazlo sin juzgar, solo escuchando.

2. Aprender a comunicarnos con amor

No se trata de evitar el conflicto, sino de saber cómo enfrentarlo. Enseñar a nuestros hijos que se puede expresar el enojo sin herir y resolver los desacuerdos con empatía, es una de las mejores herencias que podemos dejar.

Tarea: Establezcan acuerdos de comunicación: no gritar, no interrumpir, respetar el turno para hablar, y hacer pausas si alguno está muy alterado.

3. Pedir perdón y ofrecerlo

Un “perdón” sincero sana más que mil consejos. No disminuye la autoridad de un padre; al contrario, la dignifica. Nos hace humanos y accesibles, y enseña a los hijos a asumir la responsabilidad de sus actos.

Tareas: 

* Si sabes que fallaste, da el primer paso y pide perdón, sí, incluso a tus hijos. Modelar humildad es una forma poderosa de educar.

* Enseña a tus hijos cómo pedir perdón de manera completa: reconociendo el error, expresando arrepentimiento y ofreciendo reparación.

4. Restituir el daño con acciones concretas

No basta con pedir perdón, también es necesario demostrar con hechos que queremos hacerlo mejor: pasar más tiempo de calidad, escuchar más, corregir con amor, ser coherentes con lo que enseñamos.

Tareas:

* Elige una acción sencilla que demuestre tu deseo de mejorar una relación: preparar una comida especial, pasar tiempo a solas con un hijo o escribir una nota de cariño.

* Revisa si tus acciones diarias reflejan lo que enseñas: ¿Corriges con amor? ¿Cumples lo que prometes? Si no es así, haz ajustes visibles.

5. Orar y buscar sabiduría

La vida familiar está llena de retos, pero no estamos solos. Como dice el Salmo 127:1: “Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican”. Invitar a Dios a guiar nuestras decisiones y actitudes es una fuente de sabiduría, paciencia y consuelo.

Tarea: 

* Establezcan en familia un momento corto de oración o lectura bíblica durante la semana para pedir sabiduría, dirección y unidad.

* Ora individualmente como madre o padre pidiendo discernimiento antes de tomar decisiones importantes o difíciles dentro del hogar.



Un llamado a los padres: somos más que autoridad

Ser padre o madre no es solo poner normas. Es también proteger, cuidar, formar y acompañar emocionalmente. Nuestros hijos necesitan límites, sí, pero también necesitan brazos que consuelen, ojos que miren con ternura, palabras que edifiquen, y un hogar donde se sientan seguros.

Tu rol es valioso, y tu presencia hace una gran diferencia. No esperes a que las heridas se hagan profundas. Hoy puedes comenzar a sembrar restauración, aun si ha habido errores en el pasado.

martes, 17 de junio de 2025

Del Hilo Quebrado al Tejido Fuerte: Tejiendo conexiones que sanan y transforman.

Como un fino hilo que se tensa demasiado o se enreda en soledad, así a veces se siente la familia: frágil, dispersa, silenciada por el individualismo, la falta de afecto, la distancia del área espiritual y la ausencia de una comunicación verdadera. En medio de los cambios inevitables de la vida —sean suaves o abruptos—, esa fragilidad puede romper lo que alguna vez pareció fuerte.

Pero... ¿Qué pasaría si, en lugar de rendirnos ante la ruptura, volviéramos al arte de tejer?

Sabiduría entre hilos: Aprendiendo de la cultura Wayuu


En las vastas tierras de La Guajira, el pueblo Wayuu guarda un secreto antiguo: el poder del tejido. Más que una artesanía, cada hilo que cruzan representa su historia, su sangre, su familia. La araña Wale’kerü les enseñó a hilar no solo mochilas, sino vínculos.

Así como ellos entrelazan hilos de colores para dar forma a una prenda, también nosotros podemos entrelazar actitudes, valores y espiritualidad para tejer familias sólidas.

¿Con qué hilos se fortalece una familia?                                                    

🧵 Hilos de relación humana:
Comunicación afectiva, respeto mutuo, empatía, confianza profunda.

🧵 Hilos de valores esenciales:
Bondad, sinceridad, paciencia, amor, gratitud, perdón, humildad, responsabilidad.

🧵 Hilos de conexión espiritual:
Fe, paz, esperanza, compasión, armonía, sabiduría y un sentido trascendente de la vida.

¿Por qué vale la pena tejer una conexión integral en la familia?

🌿 Porque fuimos diseñados para resistir juntos.

Parte de desarrollar nuestro diseño es entrelazarnos, para ser “uno” en propósito, en amor, en unión.

🧠 Porque la salud emocional florece donde hay amor.
Cuando amamos y somos amados, nace dentro de nosotros un escudo de valor. Nos sentimos vistos, seguros, importantes.

🌱 Porque el legado que dejamos será el hilo guía de nuestras próximas generaciones.
Tejemos hoy no solo para nosotros, sino para quienes vendrán después. Cada decisión de amor es una puntada para el futuro.

 

¿Cómo comenzar este tejido de transformación familiar?


1. Valora cada hilo.
Cada integrante de tu familia tiene algo que aportar. Incluso aquellos con los que es difícil convivir son piezas clave. Aprende a leer sus lenguajes del amor y descubre cómo puedes dar y recibir de forma más genuina.

🧭 2. No te adaptes al patrón roto.
Rechaza la normalización de mentiras, heridas no sanadas, aislamiento emocional. No hagamos lo que muchos siguen por costumbre. Tu familia puede escribir una historia distinta.

❤️ 3. Permite que Dios sea el tejedor.
Nuestra fragilidad, puesta en manos de Dios, puede transformarse en fortaleza. Deja que Él guíe el diseño, que restaure los hilos rotos con su amor.

 

Y tú…

¿Estás dispuesto a sanar para que los hilos de tu familia no se rompan?
¿Estás listo para entregar tu fragilidad y permitir que lo divino guíe tu tejido familiar?

Comparte con nosotros tu experiencia o reflexión. Juntos, tejemos esperanza.

 

Salmo 127:3-5

    Los hijos son un regalo del Señor;
    son una recompensa de su parte. Los hijos que le nacen a un hombre joven
    son como flechas en manos de un guerrero.
    ¡Qué feliz es el hombre que tiene su aljaba llena de ellos!
    No pasará vergüenza cuando enfrente a sus acusadores en las puertas de la ciudad.

 

 

Referencias:

  • Chapman, G. (1996). Cinco Lenguajes del Amor. Spanish House Inc.
  • Biblia NTV
  • Cruz, C; 2024 ¿Qué es: Conexión emocional?. https://amorsystemic.com/glossario/que-es-conexion-emocional-definicion-e-importancia/

 

 

 

miércoles, 28 de mayo de 2025

 

SER UN REFUGIO SEGURO: CLAVE PARA EL BIENESTAR EMOCIONAL INFANTIL

El desarrollo emocional y psicológico de los niños no depende solo de sus necesidades físicas. Se construye principalmente en relaciones afectivas estables, seguras y disponibles. Las figuras parentales deben convertirse en un refugio seguro, un espacio desde el cual los hijos puedan explorar, expresar emociones y construir su identidad. Pero, ¿estamos ofreciendo ese espacio seguro o, sin darnos cuenta, nos convertimos en una fuente de presión o desconexión?


 ¿Qué es un “refugio seguro”?

1. Inspirado en la teoría del apego de John Bowlby, un refugio seguro es una figura adulta que brinda protección, contención emocional y disponibilidad constante. Esto permite a los niños afrontar el mundo con confianza, sabiendo que pueden:

  • Acudir a sus padres en momentos difíciles.
  • Ser escuchados y consolados sin juicio.
  • Sentirse amados incluso cuando cometen errores.

 


2. Señales de inseguridad emocional en los hijos

Los niños no siempre expresan verbalmente su malestar emocional, pero lo manifiestan con su comportamiento. Algunas señales de alerta son:

  • Miedo a contar la verdad.
  • Dificultad para expresar emociones.
  • Búsqueda excesiva de atención fuera del hogar.
  • Conductas disruptivas o retraimiento.

Minimizar las emociones (“no es para tanto”) deteriora la autorregulación emocional e incrementa la ansiedad.

 


3. ¿Cómo ser un refugio emocional?

a. Validar emociones sin juzgar
Reconocer lo que el niño siente, aunque no se apruebe su conducta.

b. Reaccionar con calma ante errores
Corregir desde el respeto y no desde el castigo o la humillación.

c. Estar emocionalmente disponibles
No solo estar físicamente presentes, sino conectados, atentos y afectuosos.

 

4. Beneficios de ofrecer un entorno seguro

Un niño que crece en un entorno afectivo y seguro:

  • Desarrolla autoestima.
  • Aprende a gestionar sus emociones.
  • Tiene menos riesgo de caer en relaciones abusivas.
  • Afronta mejor la frustración y los cambios.

 

5. ¿Y si no lo hemos sido? Siempre es posible reparar

Muchos adultos repiten patrones sin ser conscientes. Pero siempre es tiempo de cambiar. Pedir perdón, escuchar con atención y mostrar afecto sincero puede transformar el vínculo con los hijos y fortalecer su salud emocional.

“Tus hijos no necesitan que seas perfecto, sino que seas su refugio. El adulto que los escucha, los valida y les da seguridad. Hoy puede ser el comienzo de una relación más consciente, amorosa y segura”.

Pareja tratando de arreglar el corazón roto | Vector Premium

Referencias

                            Bowlby, J. (1988). A Secure Base: Parent-Child Attachment and Healthy Human Development. Basic Books.

                            Siegel, D. J., & Bryson, T. P. (2012). The Whole-Brain Child: 12 Revolutionary Strategies to Nurture Your Child’s Developing Mind. Bantam Books.

                            Winnicott, D. W. (1965). The Maturational Processes and the Facilitating Environment. International Universities Press.

                            Maté, G., & Neufeld, G. (2008). Hold On to Your Kids: Why Parents Need to Matter More Than Peers. Ballantine Books.

                            UNICEF. (2019). The State of the World’s Children 2019: Children, Food and Nutrition. https://www.unicef.org/reports/state-of-worlds-children-2019

viernes, 28 de marzo de 2025

LA IMPORTANCIA DE LA FAMILIA Y UN ENTORNO SEGURO

 


La familia juega un papel fundamental en la vida de los niños, ya que es la institución establecida por Dios y el primer entorno en el que se dan las bases de principios y valores. Es en este contexto donde los individuos aprenden y reflejan estos principios, los cuales afectan todas las esferas de la vida. La familia es esencial porque es el primer lugar donde se desarrollan las creencias, actitudes y comportamientos que marcarán el futuro de los niños.

La familia debe ser un entorno donde los que los niños puedan vivir con dignidad, crecer y desarrollarse sanamente; La seguridad es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de los niños. Crecer en un entorno seguro implica no solo la protección física, sino también la protección emocional y espiritual. Los niños que viven en situaciones de inseguridad o violencia, ya sea en el hogar o en su entorno cercano, pueden sufrir efectos perjudiciales a largo plazo.

El impacto de un entorno seguro no solo influye en la estabilidad emocional y la salud mental de los niños, sino que también tiene un impacto directo en su rendimiento académico y en su capacidad para enfrentarse a los retos de la vida.; desde el entorno escolar, los niños que crecen en un ambiente seguro y amoroso suelen estar más concentrados, motivados y emocionalmente preparados para el aprendizaje.

Convertir un escenario familiar en un "lugar seguro" implica crear un ambiente emocionalmente saludable, donde todos los miembros se sientan apoyados, escuchados y respetados. Aquí tienes algunos tips que podrían ayudarte a lograrlo:

  1. Mostrar empatía y apoyo: Practica la escucha activa y haz preguntas que muestren que te importa lo que los demás están sintiendo. La empatía es clave para construir un ambiente seguro.
  2. Fomentar la tolerancia y el respeto mutuo: Cada miembro tiene sus diferencias y eso debe ser celebrado, no criticado. Promover una cultura de respeto por las diferencias, ya sean de personalidad, opiniones o intereses.
  3. Crear rutinas de calidad: Establecer momentos especiales en los que la familia se conecte, como cenas juntos o actividades recreativas. Esto ayuda a que todos se sientan parte del grupo y reduce el estrés o las tensiones.
  4. Cuidar el bienestar emocional de todos: Asegúrate de que todos, incluidos los niños, tengan acceso a herramientas para manejar el estrés, la ansiedad o cualquier otra emoción complicada. Esto podría incluir la meditación, ejercicios de relajación o hablar con un profesional si es necesario.
  5. . Enseñar y practicar los valores cristianos: Vivir según los principios bíblicos es una manera de cultivar un lugar seguro y lleno de paz. Los valores como la humildad, la honestidad, la paciencia, y la bondad deben ser practicados y ejemplificados por todos los miembros de la familia (Colosenses 3:12-14).

    Por esta razón, como padres, debemos ser prudentes y sabios, tal como lo enseña la Palabra de Dios. Debemos velar por edificar nuestros hogares sobre la Roca, la cual representa esos fundamentos sólidos que encontramos en Su palabra. Estos principios serán los que sostendrán nuestros hogares, incluso en medio de las dificultades y retos de la vida. Por ello, a través de este blog, les animamos a no edificar sobre la arena, sino sobre la Roca. El éxito o el fracaso dependen de la decisión que tomemos.


    Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.  Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.

Mateo 7:24-27




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