Seis cosas que debemos saber sobre la disciplina
Por: Freddy Rojas
1 Dios manda a que los padres disciplinen a sus hijos
Dios hace muy claro, tanto en el antiguo como en el nuevo testamento, que los padres han de disciplinar a sus hijos. Hebreos 12: 4-11 compara la amorosa disciplina de Dios a la disciplina de los padres terrenales.
Cuando disciplinamos a nuestros hijos:
- Afirmamos nuestro amor hacia ellos (v. 6).
- Afirmamos que son nuestros hijos legítimos
(v.7,8).
- Nuestros hijos nos respeten (v 9).
- Se lleva a cabo por el bienestar de los niños (v.10).
- Se produzcan buenos resultados en la vida de los niños
(v 11).
2. El enfoque de la disciplina
deberá estar colocado en el corazón en vez de en el comportamiento.
¨ La
necedad está ligada en el corazón del muchacho; más la vara de la corrección la
alejara de el¨ (proverbios 22: 15).
Como padres debemos pedirle a Dios que nos ayude a comprender el corazón de nuestros hijos. Según aprendemos a comprender, podemos colocar nuestro enfoque en lo que hay en el corazón en vez de solamente en el comportamiento.
3 La meta de la disciplina es
el entrenamiento y no el castigo.
El
castigo es una penalidad infligida en un niño por haberse comportado mal en el
pasado. La actitud del padre generalmente determina si la penalidad ha de ser
un castigo o corrección. Si el padre está enojado, se siente hostil o
frustrado, la penalidad será percibida como un castigo y producirá temores y
culpas emocionales.
4. La disciplina comienza a
temprana edad.
Muchos
padres fallan en comenzar a disciplinar a sus hijos hasta que estos son mayores
y exhiben comportamientos más inapropiados y destructivos. Pero los psicólogos
nos dicen que el patrón de respuesta de los niños queda determinado ya para
edad de 4 años. Comience a colocar los términos apropiados a ser seguidos por
sus hijos durante la infancia, y de seguimiento a los mismos con la disciplina
apropiada cuando estos no sean respetados
5. La disciplina requiere que
usted tome acción.
No
ignore el comportamiento erróneo. No se queje, regañe y menosprecie. No
castigue debido a que se sienta lleno de ira, avergonzado o frustrado. Tome
acciones positivas para detener el comportamiento. El mal comportamiento en
infantes y niños de edad pre-escolar tal vez requiere simplemente mudar al niño
de lugar, quitarle algún objeto o guiarlo para que haga lo que se le ha pedido.
El mal comportamiento en niños mayores podría requerir hacerles una petición
corta pero firme, y asegurarse de que la sigan obedientemente.
6. La buena disciplina tiene su
fundamento en una relación amorosa.
Tal
vez el ingrediente más importante para la disciplina efectiva es pasar tiempo
con sus hijos. Los niños no desean cosas, los desean a ustedes, sus padres.
Según pase tiempo con sus hijos, ellos crecerán en su amor y respeto para
usted. Usted crecerá en su entendimiento del carácter de sus hijos y los podrá
disciplinar más efectivamente.
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