martes, 26 de abril de 2022

¿Si me aman, puedo aprender más?

 ¿Si me aman, puedo aprender más? 

Por Andrea Pastran

Base emocional para el aprendizaje

 ¿Sabias que desde el embarazo y en los primeros años de la vida de tu hijo se adquieren habilidades para sus futuros aprendizajes? Muchas veces se piensa que los conocimientos se dan cuando el niño o la niña inician su vida escolar. Pero no, las bases para aprender se empiezan a construir desde que son bebés.

Por ejemplo, las primeras interacciones de la mamá y el padre; la atención, la respuesta física a las necesidades, el cuidado inmediato y cercano que se da al bebé permite que este desarrolle habilidades cognitivas, ya que su cerebro empieza a hacer rápidas conexiones que lo movilizan cognitiva y emocionalmente.  Ahora bien, sabiendo que los bebés y niños pequeños son en gran porcentaje sensoriales, el contacto físico o corporal sano que dan los padres o los cuidadores, son el primer referente para poder interpretar la realidad puesto que desde allí los bebés percibirán el mundo que los rodea como algo seguro y confiable o por el contrario como algo amenazante que no satisface sus necesidades. Este contacto físico, las caricias y los roces son los que establecen la primera referencia de comunicación, un factor importante para futuros aprendizajes.

Por lo anterior, las bases para aprender se dan en la experiencia cercana y afectiva de los primeros años de vida, ya que no solo aprende a relacionarse con el otro, sino que cognitivamente hay conexiones que Incluyen un mejor manejo de emociones futuras , capacidad para pensar, toma de decisiones y potencia la creatividad, factores importantes para lo que más adelante será el aprendizaje escolar.

Ama, acércate, acaricia, fortalece los vínculos afectivos, responde a sus necesidades nos solo físicas, sino emocionales, establece límites sanos, permite que se frustre y provéele herramientas a tu pequeño para generar soluciones. Un niño que sabe que ha sido y que es amado, seguramente tendrá grandes ventanas dispuestas para sus futuros procesos de aprendizaje.


Bibliografía: El crecimiento emocional del niño en la escuela, Zelaya Carmen Rosa, cap. La importancia del vinculo afectivo.(2008).

 

viernes, 1 de abril de 2022

Tengo Ansiedad y no lo se

Antes de la pandemia por el COVID-19 no era común escuchar o ver en las noticias que muchas personas en el mundo estaban sufriendo de ansiedad. No se hablaba tan abiertamente de las emociones por miedo o temor al qué dirán de los demás. De hecho, identificar si se padecía, no era una prioridad. 

En este momento, no solo basta con hablar del tema con los demás, aprender más sobre ansiedad no solo es importante para romper con el estigma y el miedo que aún hay sobre esta condición, sino que además te puede ayudar a comprenderla y manejarla mejor. 

¿De verdad es común sentir ansiedad? 

Sí, se estima que aproximadamente el 4% de la población a nivel global presenta algún tipo de problema relacionado con ansiedad, según informó el Foro Económico Mundial en el 2021. 

¿Qué es estar ansioso?

Es sentir miedo, temor, nervios o inquietud, acompañado de manos sudorosas o el corazón palpitando a mil. En algunos casos es una reacción normal al estrés y la incertidumbre. 

Aunque la ansiedad nos puede ayudar a enfrentar una situación difícil y dar algún impulso de energía, cuando es permanente puede ser abrumadora. 

Algunos síntomas

Emocionales:

Sensación frecuente de temor, pánico, miedo e inquietud

Falta de concentración

Sentirse constantemente nervioso o intranquilo

Físicos:

Dificultad para respirar

Boca seca

Tensión muscular

Problemas para dormir

Mareos

Palpitaciones entre otros

¿Se puede manejar?

Sí es posible, pero requiere tiempo, no es algo que pasa de la noche a la mañana. 

1. Te sugerimos  antes de cualquier cosa orar, según Mateo 6:34 dice Así que no se preocupen      por el mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. Los problemas        del día de hoy son suficientes por hoy.

2. Acercarnos a Dios y entregarle nuestras ansiedades.

3. Pensar en lo que estamos pensando.

4. Ejercer  nuestra voluntad sobre las conductas que me han llevado a estar ansioso.

5. Los ejercicios de respiración lenta y profunda y la conciencia plena resultan muy útiles, ya          que ayudan a manejar de manera efectiva las preocupaciones y permiten reducir el                    malestar físico al oxigenar bien el cuerpo y evitar la hiperventilación (esa respiración rápida         y   superficial) que puede empeorar algunos de los síntomas del malestar.

6. Realiza algunas actividades físicas, culturales o artísticas que te gusten y puedas                       disfrutar  plenamente.

NOTA: Los trastornos de ansiedad son diferentes, son condiciones de la salud mental en los que una situación u objeto particular despierta una respuesta de ansiedad exacerbada que se mantiene en el tiempo y resulta muy difícil de manejar. Además, los síntomas pueden interferir con las actividades diarias, como el desempeño en el trabajo, el estudio y las relaciones familiares y personales, en este caso es importante acudir a la ayuda de un profesional.



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