¿Si me aman, puedo aprender más?
Por Andrea Pastran
Base emocional para el aprendizaje
Por ejemplo, las primeras
interacciones de la mamá y el padre; la atención, la respuesta física a las necesidades, el
cuidado inmediato y cercano que se da al bebé permite que este desarrolle
habilidades cognitivas, ya que su cerebro empieza a hacer rápidas conexiones que
lo movilizan cognitiva y emocionalmente.
Ahora bien, sabiendo que los bebés y niños pequeños son en gran
porcentaje sensoriales, el contacto físico o corporal sano que dan los padres o
los cuidadores, son el primer referente para poder interpretar la realidad
puesto que desde allí los bebés percibirán el mundo que los rodea como algo
seguro y confiable o por el contrario como algo amenazante que no satisface sus
necesidades. Este contacto físico, las caricias y los roces
son los que establecen la primera referencia de comunicación, un factor
importante para futuros aprendizajes.
Ama, acércate, acaricia,
fortalece los vínculos afectivos, responde a sus necesidades nos solo físicas,
sino emocionales, establece límites sanos, permite que se frustre y provéele
herramientas a tu pequeño para generar soluciones. Un niño que sabe que ha sido
y que es amado, seguramente tendrá grandes ventanas dispuestas para sus futuros
procesos de aprendizaje.
Bibliografía: El crecimiento
emocional del niño en la escuela, Zelaya Carmen Rosa, cap. La importancia del
vinculo afectivo.(2008).