Criar con dudas, amar con certezas
Lo cierto es que esas preguntas no son señal de debilidad, sino de amor profundo y responsabilidad. Quien se cuestiona demuestra que le importa, que desea hacerlo mejor y que se esfuerza por criar con propósito y ternura.
El libro de Proverbios 3:5 nos recuerda: "Confía en el Señor de todo corazón, y no te apoyes en tu propia inteligencia".
Las dudas pueden tener distintos orígenes:
👉A
veces nacen del temor a fallar, de no querer repetir los errores de nuestra
infancia o de sentir que no tenemos todas las respuestas. También surgen cuando
el ritmo acelerado de la vida —el trabajo, las preocupaciones, el cansancio—
nos hace creer que no estamos haciendo lo suficiente.
👉Otras
veces, las redes sociales o las comparaciones con otros padres nos hacen sentir
inseguros. Pero debemos recordar: ser un buen padre no significa ser perfecto,
sino ser presente, amoroso y dispuesto a aprender cada día.
Dios no espera perfección de nosotros, sino un corazón dispuesto a amar y a dejarse guiar. Él nos enseña que la verdadera crianza se construye con paciencia, perdón, humildad y oración constante.
Criar con dudas es parte del camino, pero podemos amar con certezas cuando ponemos nuestra confianza en Dios y en su dirección. En Su Palabra encontramos consuelo, sabiduría y fuerza para seguir adelante, sabiendo que no criamos solos: tenemos un Padre celestial que nos guía y sostiene.
💟Escucha tus
emociones. Identifica lo que
sientes y no te castigues por tus errores. Persevera en pensamientos de
bienestar y elige conscientemente alejarte de la culpa y el pensamiento
negativo.
💟Ama con
constancia. El amor no solo se
dice, se demuestra con presencia, orientación, perdón y tiempo compartido. Tu
compañía es el mejor regalo que puedes ofrecer.
💟Vive con esperanza. Confía en que, con la
ayuda de Dios, cada día puedes hacerlo mejor. Aunque falles, Él te renueva, te
da sabiduría y te recuerda que tu esfuerzo no es en vano.
🙏“El amor todo lo
sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.”
