La Violencia Intra- Familiar
Nuestra vida contemporánea se ha calificado y confirmado al
mismo tiempo debido a la existencia de muchos males que la circundan; males que
se han visto presentes durante décadas y que, por su coexistencia, se han
encargado de destrozar a hombres y mujeres, hasta llegar a un punto sin
remedio, como lo es la muerte. Uno de estos males tan graves es el denominado violencia
– intrafamiliar; entendiendo por violencia aquel maltrato físico y psicológico que
afecta de una determinada forma al ser humano.
No solo los golpes son violencia, sino las palabras, el
abuso sexual, la violencia económica, el daño emocional y psíquico. Todos estos
conforman la violencia que denominamos intra-familiar, porque sucede dentro del
núcleo principal de nuestra sociedad, su nombre lo dice: la familia.
La violencia intra-familiar es un tema que nos concierne a
todos. Muchas veces el género humano se ha expuesto a sufrir de la violencia
con graves daños, como golpes excesivos y abuso causado por insultos verbales,
que provocan la intimidación de la persona, así como el sometimiento sexual
involuntario en personas maduras y adultas, junto con niños y ancianos. También
están los abusos económicos donde la presión de lo material es necesaria o
escasa para sostener una vida tan materializada y comercial como la de nuestra era.
Es importante reconocer y romper el silencio cuando la gente
se encuentra en casos tan peligrosos, que poco a poco lo van orillando a un
abismo más grande y sin salida, como la propia muerte. Parece ser que esta son
escenas de una telenovela o película de terror, pero en realidad estos son
abusos que muchos de nuestros vecinos o familiares reciben. Los datos de las
investigaciones nos muestran que la mujer es la persona más expuesta a sufrir
la violencia intra-familiar por parte del cónyuge. Las cifras estudiadas ascienden
entre el 70% y el 90%. Se ha descubierto tristemente que los agresores son
personas afectadas desde mucho tiempo atrás, quienes necesitan ayuda psicológica,
porque se enfrentan a una enfermedad riesgosa para la sociedad y para la vida.
Estas tristemente son personas que agreden porque probablemente estuvieron
expuestas a una situación violenta, donde posiblemente se vivió dentro de un
entorno de alcoholismo, drogadicción, problemas económicos y frustraciones
sexuales que fueron haciendo crecer dentro de un circulo enfermizo y adicto,
con sed de venganza para quienes se presentan al lado de sus vidas.
Otras cifras nos indican que el 50% de las que sufren
violencia-intrafamiliar, son casos de mujeres y niñas que son violadas por un
pariente muy cercano a ellas pudiendo ser este su propio padre, un tío o
hermano.
Todo aquello que aísla a un ser humano y que lo priva de
alguna libertad, toda obligación y sometimiento involuntario, fuera de lo ético
y moral, es considerado como la pauta de la creación de violencia en el seno familiar
los insultos, la indiferencia y la irresponsabilidad son pautas de un
comportamiento generador de violencia. No existe justificación alguna para la
sobrevivencia de este mal.
Dentro de la familia, todo tipo de violencia es un factor de
crisis psicológica que terminara extinguiendo hasta al más ¨´ inocente´¨, Y se
dice así, porque todos son inocentes. No hay nada que avale que el uso de la
violencia sea el remedio para ningún mal, tarde o temprano, esto se ve
reflejado en las situaciones laborales, escolares, sociales, Psicológicas, etc.
Es por esto, que es necesario romper con las cadenas que atan a la violencia y
hablar dejando el miedo y el silencio a un lado. No es justo que millones de personas
estén sufriendo casos de violencia y que, por cobardía de no hablar, dejemos
que este problema se aglomere como una masa arrasadora que lleva a sus víctimas
al desfiladero.
Es necesario dar una solución, denunciar los
casos y tratar de que, los mismos sean atendidos por un especialista, pero, sobre
todo, es necesario despertar y ayudar a la gente que sufre violencia
intra-familiar. Debemos de concientizar que violencia siempre genera más
violencia; que existen leyes que nos respaldan, para hablar y ser atendidos.
Recuerde que existen instituciones que ofrecen apoyo y ayuda. Pero, sobre todo,
hay que recordar que nos estamos solos. Nuestro Señor y Salvador Jesús es la
respuesta para el fin de la violencia intra-familiar. Preste su amor y ayuda a aquellos
que sufren o que han sufrido de este mal.
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