Queridos padres y madres de familia, sabemos y entendemos que las situaciones y circunstancias muchas veces nos obligan a ausentarnos la mayor parte del tiempo de nuestros hogares, comprendemos que para muchos no hay otra opción. Sin embargo la invitación reflexiva es que nuestros hijos nos necesitan, en ocasiones dedicamos tiempo a otras actividades, pero nuestros hijos esperan sentir un poco de atención por las cosas que ellos viven a diario.
No olvidemos que el tiempo
pasa muy rápido y no se recupera. Es necesario y urgente estar en contacto con
nuestros hijos, acciones como una llamada, un mensaje durante el día, quizá un desayuno
antes de ir al colegio o al trabajo, preguntarles como estuvo su día, compartir
un juego, ver una película, cenar juntos, expresarles palabras bonitas,
disfrutar de las fiestas de fin de año en familia, hablar con ellos de sus
inquietudes y dudas, disciplinar con amor, hacerles sentir bien y motivarlos
con pequeños detalles, no compararles con otras personas porque todos somos
únicos y diferentes, generarles confianza, guiarlos en la resolución de
conflictos, inculcarles el temor de Dios, les brindara herramientas para toda
la vida, todo esto puede marcar la diferencia en pro del bienestar de
nuestras generaciones.
Sus esfuerzos como padres
son admirables, pero los hijos valoran el tiempo compartido con ellos, de
nuestra responsabilidad ellos aprenden, de nuestra puntualidad ellos aprenden,
de nuestros consejos ellos aprenden, de nuestro ejemplo ellos aprenden. Un día
serán el reflejo de vida de lo que ahora viven a nuestro lado. Cada día es una
nueva oportunidad de ser mejor. Ánimo, si se puede.
Consejo de Padres Centro Educativo Dios es Amor Altos de Cazuca